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The Economist: patrón infalible de storytelling

El mejor patrón para contar cualquier cosa es el de los tres actos de Aristóteles: planteamiento, nudo y desenlace. Está comprobado que es el que mejor funciona. De hecho, pervive por los siglos de los siglos. Ahora bien…

¿Cómo hacer más ameno un texto denso?

… Si quieres profundizar un poco más o, simplemente, lo que vas a comunicar está repleto de datos, toma nota del método que utiliza The Economist para contar cualquier cosa, hasta la más aburrida. Lo mejor es que la revista financiera británica es capaz de convertir en apasionante algo que, de no ser contado así, resultaría tedioso.

Toma nota para escribir mejor:

  1. El gancho. Palabras introductorias que llamen la atención o comenzar con un protagonista. Si tiene un nombre propio nos va a llamar más la atención.
  2. La definición del problema. Irrumpe tras la introducción de manera inesperada. Perturba la paz del inicio del relato y se describe de manera resumida.
  3. Datos que sostienen el problema. Se complementa la descripción del problema con datos y fuentes para hacerlo más creíble. Esto le aporta dramatización. Para no liar al personal, emplea comparaciones para que el lector se haga una idea de la magnitud de lo que cuentas. Ejemplo: […] 11.000 kilómetros, es decir, tendrías que ir de tu ciudad a Londres cinco veces y aun así te quedarías corto.
  4. Se escribe una tesis a favor para resolver el problema versus la tesis en contra que revelará las consecuencias de no resolver el problema.
  5. ¿Qué se propone para solucionar el problema?
  6. Se hace un análisis para ver si se están consiguiendo los objetivos y si no es así, a qué se debe.
  7. Describir otros métodos que se utilizan en casos semejantes al nuestro. ¿Funcionan?
  8. Conclusión. Hablaremos de cómo aplicar las soluciones en nuestro caso y cuáles son las consecuencias si lo no hacemos (buenas o malas). Es habitual concluir con condicionantes del tipo “si no hacemos esto ocurrirá esto otro”. O exponer algo positivo con el contrapunto de añadir una conjunción adversativa como “pero”, “sin embargo”. A todos nos gusta darnos un atracón de vez en cuando, pero si comemos en exceso nuestra salud se puede ver resentida (por ejemplo).

¿Puede Tarantino desbancar a Aristóteles?

Por si te interesan las estructuras narrativas, hay un post muy curioso que habla de Aristóteles vs Tarantino. En él se explica cómo dos estructuras narrativas tan diferentes pueden tener éxito igualmente.  Te dejo aquí el enlace, por si tienes curiosidad: Aristóteles vs Tarantino.

 

 

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