Pero, ¿qué es el copywriting en español?
Un término anglosajón más invade los artículos sobre marketing digital: es el copywriting o, dicho de otro modo, la redacción persuasiva de textos orientados a la conversión, o sea, a la acción que esperamos que haga nuestro cliente potencial. Ahora bien, ¿es nueva esta técnica narrativa?
¿Es el copywriting un término nuevo?
Si te interesa el marketing digital seguro que, trasteando de aquí a allí has dado con el anglicismo copywriting. Si no te ha pasado todavía seguro que te ocurrirá. Pues bien, el copywriting es la redacción de textos publicitarios, así que no se trata de nada nuevo porque existe desde que existe la publicidad. Los mensajes persuasivos siempre han estado ahí, llamadas a la acción que pretendían que la gente sucumbiera ante lo que se pretendía vender: un producto, un servicio, una ideología, una creencia…
Con el tiempo, la redacción de esos mensajes se fue perfeccionando hasta que se desarrollaron técnicas diferentes, basadas en estructuras narrativas.
Estructuras en copywriting
Es posible que la más famosa sea AIDA, un acrónimo que significa:
A: Atención. Tus primeras palabras han de ser impactantes para que el lector pare y centre la atención en el mensaje. Paso 1 conseguido. Basta una o pocas palabras para conseguir este efecto.
I: Interés. El siguiente párrafo ha de desarrollar la idea del primer mensaje sin que decaiga la intriga, manteniendo la fascinación por seguir leyendo. Por tanto, habrá que aportar información que sin duda sea de interés para nuestro potencial cliente, como hablar de los problemas que puede tener en algún aspecto de su vida, por ejemplo (precisamente, lo que pretendemos hacer es vender la solución a sus problemas).
D: Deseo. En relación a lo anterior, si hablamos de soluciones o de alternativas a la carencia que siente nuestro público objetivo, sin duda despertaremos el deseo de que actúe como nosotros deseamos: que compre, que se suscriba, que llame…
A: Acción. A estas alturas hay que indicarle claramente lo que tiene que hacer mediante una llamada a la acción (CTA-call to action). Esto parece una obviedad, pero a veces nos perdemos en las palabras y se nos olvida lo más importante: explicar de forma sencilla y comprensible qué tiene que hacer para conseguir nuestra solución. “Llama ahora”, “Suscríbete en un clic” son dos ejemplos entre los muchos que se pueden emplear.
Como habrás adivinado, para poder conectar con el cliente potencial antes has de conocerlo: saber a quién te diriges, cuál es su lenguaje, sus problemas, sus sugerencias. Por ello se debe hacer un análisis del público objetivo, o sea, a quién te vas a dirigir. Por supuesto, no ha de parecer un mensaje agresivo, sino ligero, que no obligue sino que haga que voluntariamente el lector lleve a cabo la acción que queremos.
Otra estructura muy empleada es la de PASTOR, en donde se expone un Problema, se Agudiza ese problema, se da una Solución, se aportan Testimonios que legitimen nuestro producto o servicio, se lance nuestra Oferta y se espere la Respuesta del posible cliente.
¿Existe alguna diferencia entre el copywriting aplicado al marketing digital con respecto al tradicional?
Sí. No olvidemos que el entorno digital está capitaneado por Google y sus keywords o palabras clave. El SEO o posicionamiento en buscadores determina si tu página web aparece en los primeros resultados o no. Por ello, antes de escribir el texto con la estructura de copywriting, has de tener en cuenta esas palabras clave mediante un análisis previo. El copywriting está para convencer, pero para que puedas convencer antes te tienen que encontrar. Aquí juega un papel primordial la estrategia de contenidos.
Las palabras clave que emplea tu cliente potencial y los diferentes campos semánticos relacionados han de estar insertados en tus títulos y párrafos de manera natural, que no quede forzado. Así que se trata de añadir un pelín más de dificultad, pero nada que no se arregle con la práctica.
Comparte este artículo en: